viernes, 18 de febrero de 2011

mientras más alto está mi estado de ánimo más dura mi caída.


A más altura más distancia hay entre el suelo y en donde estas, comprobado está que a más altura más es el dolor de la caída.
La vida es un camino, una calle de piedra con una meta final donde en el trayecto existen grandes probabilidades de tropezones. Bien sabemos todos que no sirve de nada quedarse parado y que siempre debemos continuar a pesar de los dolorosos golpes, pero a llegado momento después de tantas caídas, de tantos tropezones, de tantas lastimaduras cuesta levantarse y más difícil es encontrar las ganas de seguir.

Mientras más alto está mi estado de ánimo más dura es mi caída, si, siempre que estoy bien, contenta, feliz y conforme con lo que tengo aparecen situaciones de la vida que interceden en mi camino convirtiéndose en baches, en piedras, en obstáculos que me impiden salir. Esos golpes que te hacen reaccionar y que te dicen "lamento comunicarte que la cruda realidad es esta: no siempre podes vivir en un mundo de color rosa", y es verdad, la vida misma te enseña que hay que crecer como persona, que para aprender hay que caerse, que para esquivar el bache tenes que haber pasado por él y que para no cometer el mismo error tenes que haberlo padecido.
La meta del ser humano es encontrar su felicidad siendo creados para sufrir la mayor parte del tiempo en el sendero de la vida donde la noche es eterna y que, para incentivarnos un poco, se nos regalan un par de estrellas que le quitan por momentos lo vulgar a la oscuridad.

Luego de tantas caídas y golpes, de tener que levantarse tantas veces y de vuelta a caer, siento esa inseguridad de levantarme completamente de donde estoy y continuar, sabiendo que en cada paso en falso hay un suelo dañino que me espera y que en cada tramo del trayecto una piedra esta atenta para hacerme caer. Y es que cuantas más caídas, más miedo hay a ser lastimado; las inseguridades aumentan, las dudas crecen y no sabemos cuanto más nuestras piernas ya lastimadas nos van a ayudar a avanzar.
Cuánto más resistirá mi cuerpo y cuánto más resistirá mi cabeza no lo sé, pero sé que cuanto más animada más me duele la caída; las inseguridades no dejan encontrar ese equilibrio entre lo "precavida" y el "dejarse llevar". Necesito esa estabilidad que me ayude a seguir de pie, y ese incentivo para seguir adelante que es el mismo que te puede hundir al más horrible abismo. Aunque el miedo a levantarme, a estar bien y a encontrar ese incentivo me torture, lucho por seguir adelante, por encontrar esas ganas de continuar y tal vez un día llegue a la meta final.


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" El futuro tiene muchos nombre: para el débil es lo inalcanzable; para el miedoso, lo desconocido; para el valiente, la oportunidad. "

" No tenia miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros."

"Solo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar"

" La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia"

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Jeessi.

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