jueves, 19 de julio de 2012

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 Debajo del agua siente el peso de la mano que la empuja hacía el fondo, se safa del agarre y huye en busca de oxigeno. ¡RESPIRA ! sus pulmones se llenan de aire, su corazón desbocado se relaja.
El peso vuelve sumergiéndolo en el agua.

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